En estos días (y semanas) tan excepcionales como los que estamos viviendo os quiero hacer reflexionar acerca de la vivienda en la que estáis pasando este confinamiento. A decir verdad, creo que nunca nos hemos enfrentado a una convivencia tan intensa con nuestro hogar y me gustaría aprovechar las circunstancias para analizar y pensar qué cosas fallan y qué podemos mejorar en nuestros hogares en un futuro.

Supongo que la mayoría de vosotros estaréis en vuestra vivienda habitual, en la que el “entrar y salir” estaba al orden del día y este hecho podía aliviar cualquier malestar que pudiéramos tener dentro de estas cuatro paredes. Podíamos salir a trabajar, a hacer deporte o de cañas con los amigos. Ahora todo eso lo tenemos que hacer dentro de nuestra casa. Espacios que se nos quedan pequeños o estancias que se vuelven multiusos para acoger las actividades que antes se hacían en el exterior. Ahora nuestros salones pueden ser el jardín infantil para los peques a la vez que oficina y gimnasio. Quizá tu estancia más grande como suele ser el salón no sea tan flexible debido al mobiliario o a la iluminación. ¿Qué opinas de las ventanas que tienes? ¿Y de la orientación de tu casa? ¿Eres de los que tienes cerrado el balcón o terraza dentro del salón? ¿Cuánta importancia le das ahora a los espacios exteriores? Para mí es imprescindible un espacio exterior en la vivienda para disfrutar de aire libre. Por no hablar de que si tu familia y tú estáis confinados en casa, el vecino también y con ello mencionar la importancia del ruido ¿Cuánta gente en sus casas puede oír al vecino de arriba o de al lado?

Como arquitecta (y curiosa), podría seguir con infinidad de preguntas acerca de tu casa y conocer la realidad de esta situación dentro de cada uno de vuestros hogares. Aprovechemos esta mala experiencia para detenernos y cuestionar nuestras viviendas. Saquemos partido de este encierro para plantear nuevos y mejores modelos de vivienda. Tu casa importa, ahora y siempre.

por María Ruano, arquitecta